CORINTO
CORINTO
Corinto es un municipio del departamento de Morazán en El Salvador. Limita al norte con Honduras; al este con Lislique (departamento de La Unión); al sureste con Anamorós; al sur con Sociedad y al oeste con Cacaopera, Joateca y la República de Honduras.
De acuerdo al censo oficial de 2007, tiene una población de 15.410 habitantes.1
Las fiestas patronales se celebran del 27 al 30 de junio en honor a San Pedro Apóstol.
El municipio tiene una extensión de 94,99 km² y la cabecera una altitud de 820 msnm. La principal atracción del lugar es la Cueva del Espíritu Santo que contiene pinturas rupestres.
El pueblo de Corinto fue fundado en la hacienda La Cueva el año 1882, como parte de la jurisdicción de Cacaopera. En 1890 formó parte del distrito de Osicala y en 1933 obtuvo el título de “villa”. Antiguamente se llamaba “La Cueva del Diablo” por qué en las pictografías rupestres se encuentran imágenes plasmadas al parecer de dos persona tomadas de la mano y que en su cabeza tienen dos cachos, sin embargo los pocos pobladores y los padres franciscanos que ya visitaban este lugar, entre ellos el presbítero Norberto Cruz, los sacerdotes que lo acompañaban eran el padre Barcala y el padre Remes, decidieron ponerle un nombre sagrado al lugar y lo bautizaron como “La Cueva del Espíritu Santo”.
Además, forma parte de la denominada «Ruta de la Paz», recibe el titulo después de la guerra civil en El Salvador, el recorrido incluye los municipios de Perquín, El Rosario, Arambala, Joateca, Cacaopera y Corinto. Recorrido turístico en el departamento.
CUEVA DEL ESPÍRITU SANTO. CORINTO. MORAZÁN
ARTE RUPESTRE. RUPESTRE= ROCA.
Una pintura rupestre es todo dibujo o boceto prehistórico que existe en algunas rocas y cavernas. El término «rupestre» deriva del latín rupestris, y éste de rupes (roca). De modo que, en un sentido estricto, rupestre haría referencia a cualquier actividad humana sobre las paredes de cavernas, covachas, abrigos rocosos e, incluso farallones o barrancos, entre otros
Ocupaciones
La Cueva del Espíritu Santo fue ocupada por pueblos paleoindio durante el periodo paleoindio, es el primer lugar de evidencia humana en El Salvador.
Está ubicada en el pueblo de Corinto, departamento de Morazán. Es un abrigo rocoso que contiene pinturas rupestres. A solo 2 kilómetros del pueblo. Espíritu Santo: porque en un tiempo se hacían ritos religiosos católicos.
Cerca de la entrada se encuentran unos bloques de roca, que posiblemente formaban parte del techo de la cueva, la cual fue más grande en la antigüedad.
Pinturas rupestres e investigaciones
El estilo de las pinturas de Corinto se parece mucho al del paleolítico sudamericano. Algunas de las figuras son de gran tamaño, y otras no más grandes que la palma de una mano, se encuentran a veces a varios metros de altura. En su gran mayoría son representaciones humanas, algunas de ellas llevan grandes penachos en la cabeza. También se encuentran manos dibujadas casi siempre de adultos, probablemente masculinos. Existen escasas representaciones de animales esencialmente de aves y dos figuras serpentinas. También algunas figuras que podrían representar unas plantas. La mayoría de representaciones son pintadas en rojo. Algunas están pintadas en amarillo o negro, otras están grabadas y unas pocas combinan las dos técnicas: grabado y pintura. Los colorantes utilizados son probablemente de origen mineral: ocres rojos y amarillos, o vegetal: madera carbonizada para el color negro.
ARTE PREHISTORICO CORINTO MORAZAN
Hay en Morazán enormes piedras sobre enormes piedras. Hay en particular una gran concentración cerca de la Cueva de Corinto, que tiene pinturas rupestres. Estos megalitos son llamados hongos por los lugareños, por la semejanza de algunos con aquellos. Uno se interna como un barco más de dos metros en el océano del aire.
En 2002, a instancias del doctor Roberto Ticas, vino Peter Robinson, un especialista de la Bradshaw Foundation, fundación inglesa dedicada al estudio y preservación del arte rupestre. Robinson afirmó que estos megalitos fueron formados por un lago desaparecido y esto ha sido repetido desde entonces.
Creo más bien, como el guía don Argelio Álvarez, que son obra humana, y sospecho que contienen información astronómica. A los miembros de la Asociación Salvadoreña de Astronomía no les ha parecido descabellada mi hipótesis, pero faltan pruebas. Lo más concluyente que creo haber hallado es lo que sigue:
Estas fotografías fueron tomadas durante el equinoccio de primavera. La sombra de Miguel Huezo Soundy de muestra la ruta de ocultamiento del sol del equinoccio.
Hay, a algunos kilómetros de la cueva, un «hongo gigante»
La ventana, como vemos, está ajustada con cuñas de laja. Mira hacia el poniente. ¿Señalará el hundimiento de uno de los soles emblemáticos del año, solsticios, equinoccios, pasos cenitales? Habrá que someterla a observación. Conocí este hongo hace poco. En todo caso, es difícil creer que esto sea obra de la naturaleza o que lo sean las pozas sobre la ancha roca plana vecina. Formas similares hemos visto cerca de Perquín, que fueron descubiertas por Augusto Vásquez y Ron Brenneman, que han sido en estas indagaciones compañeros de aventura. Juntos descubrimos en una montaña la siguiente formación:
UN OBSERVATORIO ASTRONÓMICO RUPESTRE
Una estructura rústica próxima a las cuevas de Corinto, destinada para la observación del cielo en la noche
Un arqueólogo de una fundación inglesa, la Bradshaw fundation decidió hacia bastantes años que los dólmenes de Corinto, en el departamento de Morazán, eran producto de la extinción de un antiguo lago. Los especialistas que llegaron después aceptaron su afirmación sin más.
No se trata propiamente de dólmenes, aunque sean así llamados por lo común. Estos megalitos consisten en gigantescas piedras situadas sobre gigantescas piedras y se encuentran en un terreno privado, en una planicie cercana a la célebre cueva del Espíritu Santo. Detrás (hacia el oriente) hay un paredón pétreo y sube la montaña. Hacia el poniente la vemos descender y vemos sembradíos, un valle, otras montañas. Sí hubo ahí al parecer un antiguo lago, o paleolago, para utilizar el bello término científico, pero formaciones similares se encuentran cerca de Cacaopera y cerca de Perquín, hasta donde hemos podido observar.
Al mostrarnos los de Corinto el guía, don Argelio Álvarez, nos hizo ver que siguen todos un mismo patrón. La roca superior se apoya en dos puntos y hay un vano al centro. Hay dos claras alineaciones, una de tres megalitos y otra de cuatro, y varios otros “dólmenes” dispersos, dos de los cuales presentan forma de hongos.
Cuatro megalitos están perfectamente alineados de norte a sur, teniendo como norte la entrada a la cueva del duende.
Existen un quinto megalito ubicado entre los anteriores en una posición que permite observar la ocultación del sol durante los equinoccios y los pasos cenitales.
Asimismo, encontró cierta alineación entre ese megalito y el fondo estelar, alineaciones que implican estrellas como Sirio, Canopus, Capella y Vega. . El gran problema es que desconocemos la fecha de poblamiento del sitio, por ello trabajará con rangos que van desde 8,000 años antes de Cristo (arcaico) hasta el posclásico (900 al 1520 d.C.)